Cuando una ventana se abre y nos deja ver un paisaje, nunca más se cerrará a los ojos ensoñadores de un alma enamorada.
Cuando unos ojos te miran con ternura o cariño, nunca te dejarán de mirar aunque no te vuelvan a encontrar.
Cuando unas manos te toman de tus manos y te ayudan, te calientan o acarician, nunca te soltarán del todo porque ya eres parte de ellas mismas.
Cuando unos ojos te miran con ternura o cariño, nunca te dejarán de mirar aunque no te vuelvan a encontrar.
Cuando unas manos te toman de tus manos y te ayudan, te calientan o acarician, nunca te soltarán del todo porque ya eres parte de ellas mismas.
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