La Navidad llegó nuevamente al hogar, puntual como cada año, cada adorno navideño me cuenta sus historias, sus secretos, sus travesuras y hasta sus quejas. ¿Cómo atender a tantos adornos cuando quieren participar?. Unos me dicen que quieren descansar y otros gritan que quieren salir y reir.
Un nuevo integrante llegó, todos contentos lo recibieron, "los opacos" no participaron todos porque pena les dio entre "los brillantes". Otros se sienten viejos, cansados y callados se quedaron. ¿Cómo verlos contentos?. Turnándolos cada año, cada uno tiene su espacio, su tiempo y aquellos que se creen viejitos en las coronas de adviento participarán rehusándose, otros adornos viejitos me han susurrado al oído "dónanos" y así lo haré.
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