Madre mía, mi madre celestial, nuevamente mi alma canta y mi corazón late muy fuerte, mis ojos llorando están de la emoción. Las mañanitas por este día, como cada año, te vengo a cantar.
Las gracias te doy por cubrirnos con tu manto, por cada persona que cree en ti y por aquellas que aun se asombran. Gracias por estar en mi vida, mi madre celestial, desde niña conmigo estás. Gracias madre por cada una de las bendiciones que me has dado, gracias por cada día que con tu manto nos has cubierto, gracias por cada una de las veces que me has protegido de todo mal.
En días pasados me has dado señales, el Domingo un reportaje, el lunes antorchista guadalupana, regalo sorpresa y reportaje especial, el martes nuevamente antorchistas guadalupanos y ayer otro reportaje especial sobre ti. Debo de despejar mi mente para poder comprender tu mensaje. Mi fe es más fuerte cada día.
TE AMO MADRE CELESTIAL.
"Hija mía, la más pequeña de todas, siempre me tienes presente. Gracias por acordarte de mi, por la FE que tienes en mi. Es verdad y tu corazón lo sabe. Señales te he dado y mensajes te seguiré dando en manera de tu comprensión. Cada una de mis hijas reciben diferentes mensajes y de diferente manera. Mi hijo llegará pero tu mirada arriba está.
Hija mia, la más pequeña de todas, has aceptado la verdad y en la luz estás. Luchas con esa oscuridad pero ya no estás sola, Juan, Michelle, Carlos, Paz, Daniel, la corte celestial ayudándote están. Mi pequeña hija, ellos están bien, tu corazón al pendiente de otros está, pides por los demás.
No temas hija mia, pide también por ti, no eres egoísta al hacerlo. Tienes el don de las líneas en el pensamiento, sigue escribiendo.
Gracias hija mia".
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