NUEVOS MIEMBROS, NUEVA LUZ, NUEVO RESPLANDOR


De nuevo llegó la época navideña, una de mis favoritas. No podían esperar los miembros de la familia navideña: mis adornos navideños.

Quizá pienses que alucino cuando siento que, desde el mes pasado, mi mente empieza a idear como decorar el Árbol de Navidad, es como si cada adorno me mandaran mensajes.  Cada quién tiene su manera de interpretar lo que la mente habla y así lo interpreto yo.

 Cuando llega el día y saco el árbol de navidad siento que me indica (no como armarlo porque viene el instructivo) como quiere que lo ponga, es decir si la punta del árbol lo quiere al frente o detrás.  Cantando villancicos.

De nuevo "escuché"  a cada adorno "hablarme" casi queriendo salir todos juntos para colgarlos en el árbol.  Pero este año se integraron adornos nuevos: muñecos de nieve, santa claus y una estrella dorada.

La estrella dorada significa, no solo la luz de la Natividad del Niño Jesús, si no la luz interior que tengo en mi corazón, significa que no debo dejar de brillar, de no apagarme por más duro que sea cada prueba que se presente en mi vida enviada por Dios.

De nuevo soy yo, la que siente vida en cada cosa, en cad aobjeto, la que siente su sala, su comedor, su cocina y hasta los adornos navideños y el Nacimiento con vida.

Gracias Dios, Virgencita de Guadalupe, familia, amigas y amigos, por su compañía y por recordarme que es más fuerte mi luz, que soy una guerrera de luz y que aun tengo unas alas para seguir volando.

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