YO: Juan, cómo puedo ayudar a un corazón destrozado? Cómo decir esas justas palabras de aliento, cuando también sentí ese dolor?.
JUAN: Mi niña, los tiempos de tu Padre son sabios, las cosas pasan por algo y para algo mi peke, tus palabras son sanadoras, créelo, tu mejor muestra de apoyo es su mejor medicina. Ella lo sabe, tú lo sabes, tu padre las puso una en el camino de la otra, no lo dudes mi peke, la ayudas y mucho.
YO: Juanito, ayúdame a seguir sanando con mis palabras, no quiero fallarle y mucho menos fallarme, si me desvío, ayúdame a regresar.
Hija mía, tienes ese don de la sensibilidad, tu entiendes y comprendes mejor que nadie a las personas, en especial a aquellas que llegan a tu vida y están siempre contigo. no dudes hija mia, vas bien, cada día avanzas a tu mundo de paz, a tu ritmo, no quieras alzar el vuelo cuando aun no aprendes a mover las alas.
YO: Gracias Padre por reconfortarme, gracias Juan por estar conmigo siempre.
Gracias por acercarme a este mundo de luz, por dejarme ser una Guerrera de Luz.
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