Rosca tradicional, o rosca rellena de queso philadelphia o de chocolate, no importa cual sea, mientras la pases en compañia de tu familia. En éste mes de enero 2009, días previos a la llegada de los Reyes Magos, compré la rosca tradicional, una mediana para disfrutarla en la cena y desayuno, esperando que el cuchillo le atine al Niño Dios. La suertuda fue mi mami, que en esta ocasión sacó a 2 de los 3 Niños Dios, el tercero se me hizo de rogar.
Antes, le temía al sacarlo, no entiendo el porqué, quizá cuando era niña no entendía bien y cuando los empezaba a sacar, al año siguiente hacia lo posible por sacarlo.
Recuerdo que en una ocasion que compramos una rosca con 6 niños Dios, me siguieron 5 de ellos, fue cuando entendí que no debo temer, sino disfrutar, gozar, divertirme y desear, año con año, la llegada de ese Niño Dios a mis manos.
Cuando por fin me llega, lo lavo muy bien y en una servilleta escribo el nombre de un Santo, el Santo que me escoge, como San José, San Juan Bautista, San Martín Caballero, el que me dice en mi mente que quiere protegerme todo el año, bendiciéndome en Salud, Amor y Prosperidad; ya envuelto lo pego bien con cinta adhesiva y lo dejo en mi bolsa de mano.
Disfruto cada ritual al partir la Rosca de Reyes, porque para mi, es un ritual hermoso el dejar que ese cuchillo la corte buscando al Niño Dios.
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