Después de todo este tiempo de ausencia, siento que regreso con más fuerza.
En un túnel me encontraba, sin darme cuenta dejé que los problemas me revasaran, causas ajenas que me afectaron mi salud y que aun permanecen pero ya con menos intensidad.
Tenía que pasar todo este tiempo para sentirme renovada, para crecer, aprender a ser más humana y recordar día a día que las cosas fluyen, que los ríos desbordados regresan a su cause.
Mi mente me saboteaba una y otra vez diciéndome: "Estás sola", "No cuentas con nadie", claro que este sabotaje yo misma me lo hice.
Juanito siempre estuvo ahí, en cada acción, en cada persona que sin saberlo me ayudaron a salir de esta oscuridad.
Días atrás empecé con la decoración navideña, como cada año, de nuevo me sentí viva, de nuevo escuché a cada adorno navideño llamándome para sacarlos de sus escondites, el arbolito tan frondoso, que con cada una de sus ramas, me decía qué adorno poner y cada adorno gritaba: "Quiero la punta", "Abajo me veo mejor", "En medio quiero estar".
Nuevamente me siento más vida que nunca.
Gracias Juanito por recordarme que todo fluye y que los tiempos no son míos, son tiempos de Dios y que me manda lo que sabe puedo afrontar, aprender y vencer.
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